Pasan algunos minutos de
la medianoche del Lunes Santo. Noche cálida y con luna llena (como
no puede ser de otra manera). Por la calle Dormer suenan los redobles
de la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz, que procesionan
desde Casablanca hasta su destino: el Palacio de la Real Maestranza
de Caballería.
Se abren las enormes puertas del Palacio permitiendo
la entrada de la peana con la Cruz: esforzada maniobra de los
cofrades, tras casi 4 horas de desfile. Silencio. Expectación.
Seguidamente, el
coro Vexilla Regis, rodeados de antorchas, salimos a la plaza y, ante
un respetuoso público, interpretamos el “Ierusalem, Ierusalem”.
Esta pieza musical se interpreta habitualmente en la Semana Santa de
Zamora, y la Cofradía de la Exaltación la ha incorporado a la
tradición musical de la Semana Santa zaragozana, contando con la
participación del “Vexilla Regis”.
Gracias, de nuevo, a la
Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz por permitirnos participar en este
emotivo acto.