EL EBRO GUARDA SILENCIO
Estamos ya a las puertas del día del Pilar. Ya es caer en el
aburrimiento decir que este año, como tantos otros acontecimientos de este
nefasto 2020, va a ser una Pilar atípico. No va a haber fiestas (el invento de
las no-fiestas me parece una memez considerable). Y me parecen muy acertadas
las medidas preventivas tomadas por el Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de
Zaragoza para tratar de atajar cualquier acto irresponsable que pudiera darse.
Son medidas duras y hasta dolorosas. Pero hay que asumirlas
dentro del marco de una madurez ciudadana necesaria e imprescindible. En este
difícil equilibrio entre economía y salud hay que valorar que es prioritario
tomar medidas para controlar y doblegar la pandemia condición sine qua non para
una futura (y confiemos que cercana) recuperación económica. Mientras, a los
sectores más afectados relacionados, hostelería, comercio, espectáculos y
ferias principalmente, hay que ofertarles todas las ayudas posibles que deben
poner en marcha las instancias políticas y económicas.
El Ebro guardará silencio este mes de Octubre al pasar por
el Pilar, pero no porque la Virgen esté dormida. Guardará un respetuoso
silencio por todas las víctimas producidas por la pandemia. Guardará un
reflexivo silencio como invitación a que nos replanteemos nuestros hábitos de
vida, consumo y convivencia. Guardará un ilustrativo silencio para invitar a
fortalecer nuestra conciencia colectiva y ciudadana. Y guardará un esperanzador
silencio anunciador, seguro, de superación del bache y de nuevas y gozosas
celebraciones para todos los zaragozanos y zaragozanas.
En momentos como estos, especialmente emotivos socialmente,
me siento solidariamente unido a todos mis convecinos de esta nuestra hermosísima
ciudad. Y deseo fervientemente que no nos atenacen ni paralicen ni la nostalgia
ni el miedo.
Ramón Sabaté Ibarz. Presidente Honorífico de la Asociación Coral VEXILLA REGIS